miércoles, 14 de febrero de 2007

Pinpón sobre raíles

"Me encuentro en un vagón de tren bastante especial: no hay asientos; el vagón es como un parque en el que la gente se sienta en los bancos de hormigón para charlar.

De pronto viene un tipo que dice ser el revisor pero una de dos: o es un graciosillo que se quiere quedar con nosotros o es un auténtico revisor con dos copas de más. El tipo le pide el billete a las chicas y luego les pide la ropa, lo que causa la risa generalizada en el vagón. Al final acaba por caerte bien y todo. Para seguirle el rollo hasta nos intercambiamos el vestuario y al final paso a ir vestido yo mismo de revisor. Pero paso de seguir con el mismo cachondeo de pedirle la ropa a las chicas, que al final todo cansa y yo no tengo la misma gracia.

De no sé dónde alguien saca una mesa de pinpón y la coloca en medio del vagón. Encima de la mesa hay la bola y las palas para jugar. Pero una cosa curiosa acerca de algunas de las palas: la empuñadura y la zona de impacto con la bola hacen un ángulo, como la pala de una Les Paul. Entre todos decidimos jugar a la rueda en pinpón, ese juego en el que le das una vez a la bola y tienes que ir al lado opuesto de la mesa. Si fallas estás eliminado. Cuando hay mucha gente da tiempo de sobras para llegar al otro lado pero a medida que aumentan los eliminados hay que correr más y más. En la rueda veo tanto caras conocidas como desconocidas. Siempre me ha gustado este juego pero me ha tocado jugar con una de las palas raras. Aún y así creo que podré aguantar mucho rato antes de que me eliminen. Siempre he sido bueno en los deportes de raqueta."

En el sueño de hoy me ha parecido ver una metáfora (no confundir con interpretación) de la vida misma. Todos viajamos en el mismo tren (la vida) que nos lleva a un destino incierto que no podemos modificar (la muerte o lo que haya después, si lo hay). Por eso vamos sobre raíles, porque no se nos permite desviar el tren.

Ya que no podemos cambiar el rumbo, la atención hay que centrarla en lo que pasa en el interior de los vagones. Todos somos en algún momento revisados (juzgados) y revisores (jueces), espectadores y payasos. Hasta que lleguemos al final del trayecto lo único que podemos hacer es entretenernos jugando a la rueda, esperando no ser eliminados. Lo que pasa es que en este juego no todos juegan en igualdad de condiciones: algunos salen con palas buenas y otros con palas torcidas.

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