domingo, 22 de julio de 2007

Izar el ancla

En unas pocas horas empieza el periplo aeroportuario que ha de llevarnos a Santiago de Cuba. Ahora es cuando empiezo a notar el hormigueo, fruto de la ansiedad, que me producen este tipo de viajes largos. Ya casi no me acordaba. Pero siempre es lo mismo: durante las semanas previas unas ganas locas de que empiece el viaje, pero a pocas horas de que llegue ese momento es cuando le ves los tres pies al gato. ¿Y si sucede esto? ¿Y si sucede lo otro? Como si fuera un astronauta en la rampa de lanzamiento.

Últimamente he estado tan liado con otros temas que el viaje se me ha echado encima y hasta hace escasos minutos no he cerrado la maleta. ¿Me habré dejado algo? En fin, lo fundamental está: pasaporte, visado, dinero y ropa. Que sea lo que Dios quiera y si falta algo ya nos espabilaremos de algún modo.

Suele pasar que la imagen que uno tiene de los países que visita no coincide con lo que luego uno se encuentra, y más en países con imágenes tan cargadas de tópicos como Cuba. Así que procuro hacerme un reset mental para borrar estereotipos, tópicos, prejuicios e imágenes extraídas de anuncios de ron y mayoristas de viajes. Lo mismo tomo incluso algunas notas durante el viaje. Ya veremos.

Le tengo ganas a Cuba. Creo que este viaje me va a gustar...

1 comentario:

LasVegas dijo...

Qué envidia sana!

disfruta mucho ese viaje, que buan pinta tiene un rato :)