miércoles, 10 de octubre de 2007

Partida con trampas

Estoy jugando una partida de ajedrez contra mi pareja. Rápidamente tomo una ventaja suficientemente clara como para finiquitar el tema en dos o tres jugadas. Así que empiezo a prestar más atención a lo que dan por la tele que a la partida.

Mi contrincante mueve pieza. Yo hago como que me lo pienso, pero en realidad estoy viendo la tele. Cuando vuelvo a mirar el tablero está apartando la mano. ¿Ha tirado dos veces? Creo que sí, pero no digo nada. Quizá me lo haya imaginado.

Hago mi jugada. Ella hace la suya. De nuevo es mi turno y de nuevo me vuelvo a distraer con la tele. Al girarme, de nuevo aparta la mano precipitadamente. Tiene que estar haciendo tiradas dobles porque ahora ya no tengo ninguna posibilidad de ganar la partida.

Pierdo la partida y la rabia me carcome. Si le digo lo que pienso será mi palabra contra la suya y tendremos pelotera. Al final no lo hago, en el fondo me está bien empleado por no prestar atención.

No hay comentarios: